Cierro los ojos. La música de Enya acompaña de fondo, me relajo, respiro hondo y en un halo rosa lo primero que veo son tus ojos. El rosa se vuelve verde y tus ojos siguen allí. Parpadeas, me miras profundamente, hacemos contacto…
Tu mirada quedó grabada en mi memoria. No necesito más, cierro los ojos y allí estas…siempre estás para mí. Gracias padre.