Dame la mano,
corramos a un tiempo,
fuguémonos del mundo por un día.
Vivamos sin distancias ni relojes,
sin demoras y retrasos.
Vivamos simplemente, vida mía.
Dame la mano,
ven a mi mundo rodeado de “te quiero”
cargado de ensueños.
No demores,
el tiempo corre…
La vida pasa…
Lelia Di Nubila – libro «Reconociéndonos»