Quisiera poder llorar.
Llorar infinitamente hasta lograr que desaparezca la angustia que me consume.
Quisiera reír.
Reír locamente y contagiarme de esa alegría.
Quisiera… quisiera…
Olvidar todo lo malo.
Dios, no retires tu mano de mi espalda
No permitas que me detenga.
Tú, sólo tú sabes cuánto lo necesito.