Tu mano en mi espalda,
es la más dulce y suave
que posarse pudiera…
Tu mano en mi espalda
es ave y es volcán.
Tu mano en mi espalda
es caricia y es fuego…
Es fuerza… Es empuje…
Es esperanza… Es futuro…
Es vida…
Gracias, Dios mío
por apoyar… tu mano en mi espalda
todos los días.
Con este poema inicié mi blog y representa mis sentimientos, mi vida y la gratitud hacia esa » fuerza única» que empujó mi andar, dándome aliento para continuar aún en aquellos momentos en que desfallecía.
Solo Él puede apoyar su mano en mi espalda y lograr que camine, disfrute y ría con las pequeñas y grandes cosas de mi vida cotidiana.
¡Gracias a la vida! ¡Gracias Dios!