Si tendiste una mano a alguien aunque sea una vez…
Si viste con dulzura a un niño deseando que crezca feliz…
Si se te estrujó el corazón cuando un niño se acercó ofreciéndote en venta alguna baratija…
Si viste una manita tendida y te dolió profundamente…
Si reíste, si lloraste, si te emocionaste, si te enojaste…
No todo está perdido…
Todavía estás construyendo, la indiferencia no te ganó.
Gracias, por la mano tendida.
Gracias por la sonrisa.
Gracias por la esperanza…