Tu mano en mi espalda me sostuvo en las crisis más profundas.
Tu mano en mi espalda, es el sostén que me obliga a seguir adelante.
Puedo caer, pero allí estarás para ayudarme a ponerme de pie.
Tu mano en mi espalda es fuego o caricia,
depende del estado en que me encuentre…
Tu mano en mi espalda son las alas que me sostienen.
Gracias Dios mío por no soltarme aún en aquellos momentos en que pierdo toda esperanza.
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