pensamientos · Sentimientos

Don Ricardo Alfonsín

No es ninguna novedad que Don Ricardo o «el viejito» como yo lo llamaba fue y será uno de mis ídolos más grandes. No sólo partidario sino por su ejemplo en la vida, un hombre humilde y honesto que no temía decir lo que pensaba y cuándo hablaba te tocaba las fibras más íntimas haciéndote llorar o reír con esas salidas graciosas. Un hombre que como ex-Presidente no le importaba hacer la cola para poder votar en las elecciones, al contrario lo consideraba una obligación como ciudadano. Don Ricardo para mí y para muchos fue un padre y así lo lloré cuando partió.

Crecí en un país gobernado por militares y por tanto desconocía vivir en «democracia» , mi experiencia entre los años 1973/1976 con un gobierno Peronista, fue mala, no había dejado de ser una dictadura y se mantenía  el temor de hablar y decir lo que se pensaba. El consejo recibido cuándo me inicié laboralmente en la administración pública -justo en ese período- fue :»no hables de política, escuchá y callate», triste consejo para una jovencita, pero lo cumplí y a pesar de eso sufrí acoso y cierta persecución que con mi falta de experiencia la vivía duplicada.

Diez años después tuve la vivencia política  más importante, Don Ricardo venía a Resistencia en el marco de la campaña presidencial. Allí en una de las esquinas de la plaza central estaba el escenario, a cincuenta metros mi esposo y yo con mis pequeños hijos, uno de ellos en el changuito, con sus banderitas agitando al viento disfrutamos por primera vez de la «libertad» de escuchar a uno de los mejores estadista que dio la Argentina y compartir con la gente que nos rodeaba el respeto y la emoción.

Hoy lo escuché al periodista y escritor Jorge Fernández Díaz en su relato «La sombra de Alfonsín» y me emocioné hasta las lágrimas por eso lo comparto.

“La sombra de Alfonsín”

*Fotografías de La Nación.-

pensamientos

Adiós Dr. Alfonsin, siempre estará en mi corazón

03/04/2009 02:55:31 p.m.
No pude escribir antes,nuevamente se murió mi padre, lo lloré como tal y recién hoy estoy en condiciones de hablar sobre el tema. Soy de los que llaman la generación perdida, me crié, eduqué, fue estudiante universitaria en épocas de dictadura.
Me case y nacieron mis hijos en la mayor dictadura que asoló nuestro país. Puedo considerarme una sobreviviente, muchos amigos, compañeros y aún familiares estuvieron presos, perseguidos y fueron desaparecidos.
Nunca voy a olvidar como lloré la primera vez que escuché su  discurso de campaña,me conmovió hasta lo mas profundo y a partir de allí fui Alfonsinista. Cuando cerró la campaña en nuestra provincia asistimos al acto con mi marido y y mis tres hijos uno de ellos era un bebe y estaba sentado en su carrito,disfrutaron del acto, disfrutaron de la libertad que se respiraba y lloré recitando el preámbulo.
Fue un gobierno dificil para nosotros, la provincia estaba en manos del justicialismo, y cuando le hacian huelgas se cerraban las oficinas para que nadie trabaje. Y vaya si pelee… reclamé mi derecho al trabajo. Esos días era único personal, habría y cerraba la oficina, me habían dado una llave para esas ocasiones. Tenía la convicción de que debía acompañar a Alfonsin, era apenas un granito de arena pero me sentía importante …podía pelear contra el sistema, él me daba fuerzas para ello y ningún ataque podía cambiar mi decisión. El 31 de marzo volví a perder un padre….lo lloré,pero se que no se fue… me acompañará por el resto de mis días. ¡Gracias padre!, ¡Gracias Dr. Raúl Ricardo Alfonsin!, Ud. me enseñó a vivir en libertad y a decir todo lo que pienso, algo muy difícil en el momento en que vivimos.-
Lelia Di Nubila