Con su carita pequeña,
de cachetes gordezuelos.
Con sus grandes ojos grises
que parecen de azul cielo.
Su boquita que modula palabras inteligibles,
nos demuestra cada día
sus progresos en el mundo.
Pequeña en sus siete meses
de gorjeos llena la casa.
Su llanto hasta es hermoso,
cuando reclama comida.
Y en su sociabilidad de niña
no permite que la olviden.
Por “Gorda” la conocemos
y es la niña de la casa.