poema · sensaciones · Sentimientos

Abrazo con el más allá

Esas cosas que nos pasan Salva,

después de mucho tiempo me visitaste mientras me ejercitaba.

Así de simple, volviste en un momento inusual.

Tenía los ojos cerrados y una luz de un rosa intenso vino a mí…

fue diluyéndose hasta mostrar que provenía de tus ojos, me miraste, moviste la cabeza y te esfumaste para dar paso a mamá.

Fue un instante …

y por primera vez los vi juntos.

Gracias ´por visitarme y traer a mamá.

Imagen Pinterest

@poupeedinubila

#Quedateen casa · Sentimientos

A una milésima de distancia

Estás ahí, detrás del velo de los párpados, en ese límite tan ínfimo, el límite eterno.

Estás ahí, bajo las persianas de mis parpados, y estás ahí…

Tus ojos me miran, con ese mirar cansino de anciano bonachón,

Te extraño tanto, pero estás ahí…

Puedo oírte con ese tono cascado, y tu humor tan especial para desbaratar mis enojos.

Estás ahí, a una milésima, acompañándome siempre.

Y cuando creo que todo está mal y la soledad me acongoja, sólo bajo los párpados y estás ahí…a una milésima de distancia…

#Quedateen casa · Sentimientos

Tiempo de ausencia#quedateEnCasa

Ese viejo lindo que acompañó mi infancia desde lejos, pero presente; el que abrazó mi adolescencia y madurez amorosamente.

Ese  viejo lindo, que acompaña mis días y me aconseja aun en la ausencia.

Nuestra conexión va más allá, vivimos en dimensiones paralelas, nos encontramos en la  frontera misma del infinito…

Y a pesar de todo te extraño, porque el tiempo nunca es suficiente.

Te encuentro en la estrella más brillante, en el abrazo amoroso del viento…

¡Besos al cielo Salva..!

 

Sentimientos

Navegando la ausencia

El tiempo pasa, aprendemos a construir desde el dolor y el día a día. Hoy se cumplen cinco años de la partida de mi nuera favorita, como ella se llamaba.

Experimentar la pérdida de un ser querido es muy doloroso. Hay dos formas de transitar el camino. Cuando la sentimos directamente nosotros y cuando nos trasciende a través de un hijo.

Lo que sigue lo escribí hace cuatro años y los sentimientos se mantienen…

La pérdida de nuestros padres por ejemplo nos arranca de cuajo el corazón y podemos abandonarnos al dolor, caer cuanto sea necesario, ausentarnos por el tiempo necesario, no existir y volver lentamente. Pero cuando la pérdida nos trasciende a través de un hijo, ese tiempo no existe…el dolor debemos llevarlo en silencio, no tenemos tiempo para llorar, primero está nuestro hijo a quien debemos acompañar en este camino. El dolor que sentimos es muy profundo pero no podemos permitir que nos inmovilice.

Así transcurrió este año, fue una experiencia única, te tuve día a día, con el dolor de mi hijo, de los nietos, en las anécdotas, en las risas. Me costó mucho llorarte, debía ser fuerte…ser el hombro en que se apoye Pablo para no derrumbarse, mirarte a través de él y los nietos, continuar sus vidas. Es un camino duro y lo hice lo mejor que pude, porque nadie nos enseña cómo actuar en estas circunstancias, surge instintivamente y como siempre aprendemos de nuestros errores.

Hoy se cumple un año desde que Dios decidió llevarte y creo que no te lloré lo suficiente, no hubo ninguna posibilidad de que me abandonara al dolor. Te fuiste luchando, a pesar de lo inesperado de tu partida, el último domingo compartido dijiste que sólo pedías un año más de vida, que ya sentías cumplida tu existencia. Cuando pregunté por tus hijos tu respuesta fue clara “para eso están ustedes…los abuelos” y nada hacía presagiar lo que ocurriría salvo ese profundo presentimiento de pérdida que yo sentía y que lo interpreté erróneamente mientras hablaba del tema con vos, que hacías de mi confidente.

Gracias por los años compartidos, por los nietos que me diste y por acompañarme cada día de este año que pasó. ¡¡Te extraño Mosa!!

IMG-20190909-WA0005 (1)

octubre 2019