En los largos días de la espera.
En los tristes días de la larga espera.
Su enorme peso sólo acrecienta
el dolor intenso de esta soledad sedienta.
Las garras del tiempo
van dejando huella,
en mi espíritu inquieto de mujer enamorada.
Hoy,
la negra nube que cubre mi camino
anulando todo futuro,
me obliga a decir:
Adiós, amado.
Lelia Di Nubila-del libro «Reconociéndonos»