Mañana cuando despiertes amiga,
de la sonrisa fresca y la carita hermosa,
pensaré en ti.
Tejeré tus sueños de un hogar futuro,
en este individual de cuadrillé.
Mi amiga la luna prometió acariciar,
con sus dedos de plata tus rubios cabellos,
mientras tú sueñas con el hombre
a quien has entregado tu amor.
Mañana,
el almanaque habrá borrado otro día.
Mañana,
habrás olvidado el ayer.
No pienses, amiga…
El ayer, en ayer quedó.