Disfrutamos de un fin de semana especial en Las Curiosas, habitaciones en medio del monte autóctono chaqueño, masajes y buena comida. Estar en contacto directo con la naturaleza, poder sentarme en una hamaca paraguaya en medio de la siesta, acompañada por el termo y el mate y el canto de los pájaros a mi alrededor me trasportó a mi infancia.
Ningún hotel cinco estrellas brinda ese colorido natural del monte y otras plantas en flor, el sonido de los pájaros y el parloteo de las cotorras en un silencio calmo que relaja el cuerpo y engrandece el alma. Gracias Pablo.