Anoche te vi rozando el firmamento, estrella fugaz.
Fugaz como cada momento de la vida.
Fugaz como el dolor y la alegría.
Fugaz como la risa al viento.
Ayer te sentí, sentí tu aroma en la brisa de la mañana.
Te percibí tras la neblina de la tarde.
Eras una sombra, que rauda, se perdió en la nada.
Mayo 2001
