Se corresponde con una de las épocas mas oscuras de mi vida, cuando los «ataques de pánico» me consumían…cuando me sentía al borde de la muerte y en la soledad profunda, porque nadie, salvo los profesionales y quien los padece puede comprender. Cuando nuestros seres queridos llegan a cansarse y comienza el fastidio…
Respirar profundo y no pensar en nada,
buscar una bella imagen,
concentrarme en ella y olvidar lo demás.
¿Cuántas veces este ejercicio
ayudó a superar mis crisis?
Respirar profundo y no pensar en nada…
Suena fácil, pero no lo es.
La mente se bloquea y no quiere obedecer.
Respirar profundo y no pensar en nada…
Es el momento en que el pánico
dispara la mayor infinidad de pensamientos.
Todos amenazantes.
Respirar profundo, muy profundo y fijar la mente
en esa bella casa en medio del prado.
La casa de mis sueños.
La casa protectora.