Hay algo que me pasa cada vez más seguido y es que no puedo entender a las personas que se comportan como vándalos.
¿Por que un árbol que te brinda sombra y en la belleza de su floración se cubre de un halo coral puede llegar a molestar como para prenderle fuego?
Mi ceibo coral, hermoso, rozagante, erguido en mi vereda como el gran vigía luego de que la tormenta hiciera estragos con el lapacho gigante, una noche ardió junto con las ramas del lapacho y la palmera emplazada muy cerca. Fue tanta la impotencia que sentí esa noche mientras hablaba con la policía y los bomberos trataban de apagar el fuego. No entendía el motivo y sigo sin entenderlo aún hoy cuándo lo miro elevar sus brazos quemados hacia el cielo tratando de lucir la mitad de su fronda verde.
Mi hermoso ceibo al que cuidé a partir de un pequeño plantín y me regaló años de belleza, me mira con tristeza preguntándose ¿por qué?