poema

Reconociéndonos

Esa sombra que se recorta en la cama,
en el centro mismo de la habitación.
Me miras con los ojos perdidos, sin ver.

¿Quién eres?

No puedo reconocerte.
Me niego a reconocerte, Padre.

Sigo viéndote fuerte,
tu figura recortada en el vano de la puerta, cubriéndolo.

¿Quién eres?

No puedes ser tú,
me niego a reconocerte.

Lelia Di Nubila- libro Reconociéndonos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s