poema

Santiago Facundo

Lo presentí, lo soñé, lo viví
antes que sus padres.

Sus ojitos me miraban
antes de nacer.
Cerraba los ojos y rodeado de un halo violeta
estaba nuestro bebé.

El bebé de la familia.
El primer nieto.

Fueron largos meses de espera, y hoy,
con sus siete ya cumplidos,
nos estira los bracitos desde el andador.

Gracias Señor…
Gracias por vivir este sueño.
El mejor.
El de los abuelos.

Lelia Di Nubila- libro Reconociéndonos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s